La Finca de Vista Alegre, quinta de recreo predilecta de la alta sociedad madrileña en el siglo XIX, se conserva hoy en día entre las calles de uno de los barrios más populosos y populares de Madrid. Los Carabancheles fueron testigos de la historia de este paraíso urbano, cuyos jardines han mantenido sus valores históricos, mientras sus edificios han sido transformados y reutilizados para diferentes usos a lo largo de los siglos.

Vista Alegre ha sido espacio de encuentro y disfrute de las élites, refugio privado de la reina María Cristina y residencia del marqués de Salamanca, pero también fue hogar del Colegio de Huérfanas de la Unión, o del llamado Asilo de Inválidos del Trabajo, entre otras instituciones sociales y de beneficencia. Entre los muros de los palacios Viejo y Nuevo, levantados  por arquitectos como Martín López Aguado o Narciso Pascual y Colomer, se encierran muchas historias, algunas de ellas nunca antes vistas por los vecinos de Carabanchel

La exposición , que podremos visitar hasta el 4 de mayo, reúne una destacada selección de imágenes de diferentes archivos y fondos como El Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, la Fototeca del IPCE, El Archivo del Ejército del Aire, El Archivo General de la Administración o el Centro Público de Educación Especial María Soriano, entre otras.

En 2018, la Comunidad de Madrid recupera y protege como Bien de Interés Cultural los Jardines Históricos para el disfrute de sus ciudadanos y, posteriormente, la Gran Estufa, en origen invernadero del palacio, como espacio expositivo.

 

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