El Jardinero Ibán Simón y el paisajista Alvaro de la Rosa, colaborador de Piet Oudolf
La serie JARDINES CON HISTORIA, la2 de TVE, dedicada a la arquitectura de los jardines, historia del arte y botánica, presentada por el arquitecto Arturo Franco, dedica su próximo capítulo, a Chillida Leku, en Hernáni, Guipúzcoa. (sábado 30 a las 18:00h)
El cuarto capítulo de la serie , relata la biografía del artista vasco Eduardo Chillida y su relación con el Jardín-Museo que alberga su obra. Este capítulo explora la relación única que se produce entre el arte y su entorno, y cómo la inmutabilidad de los materiales de las obras del artista destacan frente a lo efímero de la naturaleza, lo que se convierte en una experiencia poética. Arturo Franco conversa con el hijo del artista, Luis Chillida, presidente de la Fundación Chillida-Belzunce, la fotógrafa Nagore Legarreta, así como con el jardinero Ibán Simón y el paisajista Álvaro de la Rosa.
El caserío se encontraba en los años 80 en estado casi ruinoso y despertó en el artista la idea de adquirirlo y restaurarlo para exponer y guardar en él su obra. Chillida compró el terreno en 1984 a la familia Churruca, que incluía el viejo caserón del siglo XVI y una parcela de los 110.000 metros cuadrados que conforman Chillida Leku hoy en día.
El escultor, junto con su esposa Pilar Belzunce, iniciaron la rehabilitación con ayuda del arquitecto Joaquín Montero. Se hicieron hasta cinco ampliaciones sucesivas que incluyeron nuevos terrenos y la villa Zabalaga, con sus dependencias, hasta llegar formar una finca de 11 hectáreas a la que dieron el nombre de Chillida Leku (el lugar de Chillida).
Eduardo Chillida estaba interesado por el caserío y con el tiempo lo tomó como punto de referencia central del Jardín-Museo. En su interior se exponen las obras de menor formato o de materiales más delicados como el alabastro, la tierra chamota o el papel. En la finca encontró un espacio en el que exponer una amplia muestra de más de 40 esculturas de grandes dimensiones en diálogo con la naturaleza. Las obras exteriores son fundamentalmente de acero Corten, trabajado en forja industrial y de granito rosa de la India.
El deseo de Chillida era tener un museo al aire libre donde el entorno cambiara de aspecto con las estaciones del año o las variaciones de la luz a lo largo del día sobre la vegetación y los materiales de las esculturas. En constante cambio, nadie puede ver dos veces el mismo Jardín-Museo. «Me interesa el proceso que siguen todas las cosas para pasar de un estado a otro. Crecimiento, evolución, desarrollo, etc. En general, todos los procesos en los cuales uno de los actores es el tiempo. Los resultados parciales no me interesan en sí, sino en función de las relaciones entre ellos», según palabras del artista.
La vegetación del jardín ayuda a generar subespacios, y también a crear ambientes con ejemplos de especies oriundas de Guipúzcoa, donde existe una zona de bosque que contrasta con las campas. En el año 2019 el paisajista holandés Piet Oudolf, pionero del movimiento New Perennial, hizo una intervención en la que se combina el color del follaje, dando gran valor a las formas de las plantas. Este tipo de composición está inspirado en la naturaleza y se basa en las características estéticas de las especies.
Podréis ver un Tráiler del capítulo en el siguiente ENLACE