El artículo publicado el pasado 19 de Agosto, en la Sección “Casos de Éxito” de la revista Emprendedores, bajo el título “Cuando montar una empresa es la única forma para ejercer tu vocación”, analiza la trayectoria vital, profesional y empresarial de la que fuera Presidenta de IFLA Europa, además de Delegada Internacional AEP hasta hace unos meses
Ana Luengo Añón presidió durante años la Federación Europea de Arquitectos Paisajistas (IFLA Europa). Entonces, fue elegida por unanimidad con los votos de los representantes de 34 países europeos y eso que, en España, ni siquiera está reconocida la actividad del arquitecto paisajista como disciplina. El problema era que el cargo, no estaba remunerado y ella tenía una empresa que atender.
En su periplo de formación como doctora arquitecta paisajista, Ana Luengo pasó por las universidades de Francia, Londres y Portugal. En esto tuvo suerte. No solo por la cuna acomodada, sino también porque pudo contar con la orientación de su madre, Carmen Añón Feliú, Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales 2017 y pionera en España en la conservación y puesta en valor de jardines históricos y paisajes culturales.
Con los estudios finalizados, ya de vuelta en Madrid, Ana Luengo se enfrenta a la realidad de que no existen en España empresas donde trabajar y un imaginario social donde la profesión de paisajista dista poco de la de jardinero.
Así es como, en 1992, decide asociarse con Coro Millares, ingeniera agrónoma a quien conoció en un Máster de Paisajismo, para fundar Citerea , el vehículo que les permitiría dedicarse a lo que les gusta. La empresa se dedica a la realización de proyectos de paisajismo, dentro del B2B y el B2C. “Tanto nos encargan trabajos para diseñar una terraza en un ático, como la realización de una cubierta ajardinada, un parque o una finca agropecuaria”, aclara
Pero también ejecutan trabajos para la Administración Pública. En este ámbito, el proyecto que ahora les ocupa es la recuperación de la entrada principal al Parque de El Retiro, la Puerta de la Independencia, hasta el Estanque Grande. El proyecto es delicado, dado que conjuga el pasado histórico de los Jardines, considerado Bien de Interés Cultural, con sus necesidades actuales y futuras, dotándolo de los últimos avances técnicos en ingeniería medioambiental.
Finalmente, la otra línea de negocio dentro de Citerea corresponde a los proyectos culturales, “los menos rentables de todos”. Dentro de este ámbito, organizan cursos y talleres, conferencias o montan exposiciones. Todo esto lo compagina Ana Luengo con la actividad docente en diversas universidades españolas y europeas.
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