Dibujo del artista Pepe Dámaso realizado expresamente para ilustrar el manifiesto Descubrir el Guiniguada, del que es firmante
Un total de 285 profesionales y entidades académicas, científicas y sociales han suscrito un manifiesto en el que reclaman a las administraciones la recuperación del barranco de Guiniguada en el tramo final de Las Palmas de Gran Canaria, desde la ermita de San Roque hasta el mar
En el Manifiesto, titulado Descubrir el Guiniguada, difundido el pasado 27 de septiembre, sus firmantes rechazan el concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento, para crear el Paseo Guiniguada de la Cultura y Artes Canarias, porque sostienen que es “costosísimo” y supondrá “seguir enterrando dinero público con la pretensión de maquillar un grave error urbanístico”
Los firmantes alegan razones históricas, paisajísticas, ambientales y climáticas para exigir su recuperación y que se elimine la autovía GC-110 que lo cubre, desde hace décadas, que consideran uno de los “errores urbanísticos y paisajísticos de los más importantes que ha sufrido la ciudad”.
La circunvalación ha demostrado la “práctica obsolescencia” de este tramo de la autovía del Centro, cuya intensidad de tráfico evidencia actualmente su carácter irrelevante en relación con la red viaria general de la ciudad, según los defensores de recuperar el entorno natural de este espacio.
Aunque reconocen en su escrito que se trata de un objetivo que no es fácil, desde el punto de vista político y económico, aseguran que su viabilidad técnica se ha mostrado posible a través de estudios y proyectos urbanos relativamente recientes.
En el manifiesto señalan que la desaparición del cauce provocó la desarticulación de la relación entre Vegueta y Triana, “uno los rasgos identitarios más significativos de la ciudad”.
Ortofotografía del barranco Guiniguada. Se pueden apreciar los puentes que lo cruzaban y unían los barrios de Vegueta y Triana. Visor de Grafcan (Gobierno de Canarias)
Añaden que los barrancos son parte esencial de la geografía y la forma del territorio, especialmente en Gran Canaria, y son conectores medioambientales determinantes, por lo que requiere de la eliminación de las cuatro bóvedas que lo cubre, ya que su renaturalización supone una acción “ejemplarizante” dirigida a mostrar el compromiso en la lucha contra el cambio climático.
Con esta iniciativa se lograría potenciar el carácter del barranco como lugar de paseo público y elemento cohesionador de la vida ciudadana en Las Palmas, no sólo entre Vegueta y Triana, sino también entre los Riscos históricos de San Juan, San Roque y San Nicolás, así como entre aquellos otros barrios del municipio que se asoman sobre sus laderas, según se indica en el manifiesto.