Cuando:
18 mayo, 2024 a las 6:45 pm
2024-05-18T18:45:00+02:00
2024-05-18T19:00:00+02:00

Presentado por la historiadora y paisajista Mónica Luengo, el próximo episodio presenta el Jardín del Parque de Ferrera ubicado en el casco histórico de Avilés, en la margen izquierda de la ría. Este parque está considerado como una gran isla vegetal de más de 80.000 m2, un jardín ecléctico que sobrevive a lo largo de los siglos en un entorno urbano. Y lo hace en un lugar donde, durante más de tres siglos, el palacio de Ferrera ha estado habitado por nobles asturianos pertenecientes a las once generaciones de los marqueses de Ferrera.

Las zonas más destacadas son: el jardín inglés, el jardín francés, el lago y el quiosco de música. “Aunque se sabe que a mediados del siglo XIX el palacio contaba ya con un extenso jardín, no sería hasta principios del siglo XX, cuando se llevaría a cabo la gran intervención paisajística que dio lugar a un jardín muy parecido al que vemos hoy”, dice Luengo

El promotor de esa gran obra fue Don Genaro de Llano Ponte y Prada, marido de la IX marquesa de Ferrera que por mediación de los hermanos Selgas contrata los servicios del paisajista Pierre Grandpont, que planteó un diseño diferenciado: la zona norte – noreste, más próxima al palacio, tenía un trazado más rígido que el resto, propio del jardín francés. Para complementar este espacio, proyectó una zona más despejada, un amplio jardín paisajista inglés, con caminos sinuosos bordeando extensas praderas y grandes árboles junto a los muros que delimitaban la parcela

La fachada, la Fuente de los Deseos, los copones son, junto con la pérgola las piezas pétreas que dan carácter al jardín francés. La estrella es la citada pérgola, verdadero eje principal de la composición. Como indica la presentadora, “Las dieciséis columnas toscanas que la forman proceden de una galería que existió en el primer piso del palacio y que se cerró durante la reforma de 1860. A ambos lados de la pérgola encontramos un jardín formal, a modo de parterre, con dibujos simétricos trazados con boj y medallones ovalados donde se plantan flores de temporada. El decorador Javier Sitges, gran amante de los jardines, restauró este jardín francés en 1990, devolviéndole así todo su esplendor

La mezcla de estilos propuesta por Grandpont convivía en un equilibrio alterado cuando en 1972 una parte del jardín pasó a ser de titularidad pública, medida que afectó a la identidad del conjunto. La división del nuevo trazado dejaba fuera de los terrenos de palacio un haya roja, la preferida por la marquesa al ser un ejemplar plantado por el marqués de Ferrera cuando recibió el título de manos de Carlos II. Aunque el árbol se secó, el tronco se mantiene en el parque, convertido en hotel para insectos. “A cambio del alojamiento, los pequeños inquilinos polinizan las plantas con flor y controlan las plagas, cuidando así de la salud del jardín”, según Luengo. Otros árboles llamativos son dos carpes, que crecen casi a ras del suelo

Los invitados a este capítulo son: María Josefa Sanz, catedrática de Historia y cronista oficial de Avilés, que habla de los orígenes del jardín y de las visitas reales que recibió; el paisajista Santiago Martínez García que explica cómo identificar las señales del paso del tiempo y de los hechos históricos en el jardín; y, el doctor en Historia del Arte, Vidal de la Madrid Álvarez, que comenta cómo influyó la construcción del Palacio de Ferrera en la expansión de la ciudad de Avilés durante los siglos XVII y XVIII

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